El método Montessori es un enfoque educativo desarrollado por la médica y educadora italiana María Montessori, toda una influencer de su época, ya te hablé de ella en este artículo.
Se basa en la idea de que los niños son seres autónomos y activos en su propio proceso de aprendizaje. El método Montessori se utiliza en todas las etapas educativas, desde la educación infantil a la secundaria.
Este enfoque innovador puede ser implementado en la educación tradicional para enriquecer la práctica educativa.
Sus principios clave incluyen el seguimiento de las necesidades de los niños, la creación de un entorno favorable y la promoción del desarrollo integral.
El método Montessori fomenta un enfoque centrado en el niño, es una filosofía educativa que enfatiza la libertad, el aprendizaje individualizado y un entorno preparado.
En el artículo de hoy aprenderás cuáles son algunos principios clave del método Montessori aplicados a la enseñanza infantil y primaria para fomentar el desarrollo integral de los peques, así como su autonomía, su autoestima, sus habilidades sociales, la concentración, la creatividad y la imaginación, entre otras muchas características.
Índice de contenidos
LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE ESTA METODOLOGÍA:
1. La Mente Absorbente: Una Puerta hacia el Aprendizaje
Uno de los conceptos fundamentales del Método Montessori es el de «mente absorbente«, que caracteriza a todos los niños y niñas desde el nacimiento y hasta los 6 años de vida, por eso se dice que la etapa de infantil es la más importante de toda la vida.
Según estudió María Montessori, los niños tienen una capacidad única para absorber conocimiento de su entorno de manera natural y sin esfuerzo, como una esponja.
Al proporcionar un entorno rico en estímulos y oportunidades de aprendizaje, los niños pueden adquirir conocimientos y habilidades de forma autónoma y significativa, de ahí la importancia de crear un adecuado ambiente preparado.
En esta foto podemos ver a una niña de 3 años limpiando sus zapatillas con agua y jabón, una actividad que puede parecer sencilla pero que en realidad, al «Montessorizarla», es decir adaptarla para que cumpla con los criterios de una actividad al estilo Montessori, se convierte en una actividad tremendamente enriquecedora para ella, porque promueve las siguientes habilidades:

1. Desarrollo de habilidades motoras: El proceso de limpiar las zapatillas implica utilizar el agua, el cepillo y el jabón de manera coordinada. Esto ayuda a desarrollar las habilidades motoras finas del niño, como la destreza manual y la coordinación mano-ojo. Al manipular el cepillo y aplicar el jabón, el niño mejora su control y precisión en los movimientos.
2. Aprendizaje de responsabilidad y autonomía: Al enseñar al niño a cuidar de sus propias zapatillas, se fomenta un sentido de responsabilidad y autonomía. El niño aprende que puede contribuir en el cuidado de sus pertenencias y que tiene la capacidad de realizar tareas importantes por sí mismo. Esto fortalece su autoestima y confianza en sus habilidades.
3. Conciencia de la importancia de la limpieza: A través de la actividad de limpiar las zapatillas, el niño comprende la importancia de mantener la higiene y el orden en sus objetos personales. Aprende que la limpieza no solo es estética, sino también esencial para mantener los objetos en buen estado y prolongar su vida útil. Esta conciencia promueve hábitos de higiene saludables desde temprana edad.
4. Estimulación sensorial: La experiencia táctil y visual de limpiar las zapatillas con agua, cepillo y jabón brinda una estimulación sensorial enriquecedora. El niño puede experimentar diferentes texturas, temperaturas y olores, lo que contribuye al desarrollo de sus sentidos. Además, al ver cómo la suciedad se elimina y las zapatillas se vuelven más limpias, el niño experimenta una gratificación sensorial que refuerza el proceso de aprendizaje.
5. Promoción de la paciencia y la concentración: La tarea de limpiar las zapatillas requiere de paciencia y concentración. El niño aprende a realizar los movimientos de limpieza de manera constante y meticulosa, comprendiendo que cada paso contribuye al resultado final. Esta práctica promueve habilidades de atención y concentración, que son fundamentales en el proceso de aprendizaje en general.
2. Áreas de Aprendizaje: Desarrollando el Potencial de cada Niño
El Método Montessori reconoce la importancia de proporcionar a los niños una variedad de áreas de aprendizaje que abarquen todas las facetas de su desarrollo. En la etapa de infantil, por ejemplo, éstas áreas Montessori son las siguientes:
- vida práctica,
- sensorial,
- lenguaje,
- matemáticas y
- educación cósmica o área de ciencias y cultura.
Cada área está diseñada cuidadosamente para satisfacer las necesidades individuales de los niños y fomentar su curiosidad innata, de manera que fomentan el aprendizaje constante de manera lo más autónoma posible.
En esta fotografía podemos ver a un niño de 3 años trabajando de manera autónoma en el área de sensorial Montessori con un material llamado: «cilindros con botón», cuyo objetivo principal es mejorar la discriminación visual de diámetros y alturas de los 10 cilindros.

3. Períodos Sensibles o sensitivos: Aprovechando el Momento Idóneo para el Aprendizaje

Según Montessori, los niños atraviesan períodos sensibles, momentos en los que están especialmente receptivos y preparados para adquirir determinadas habilidades.
Al reconocer y aprovechar estos períodos sensibles, los educadores Montessori pueden adaptar su enfoque pedagógico para satisfacer las necesidades individuales de cada niño en el momento oportuno.
Proporcionar experiencias de aprendizaje pertinentes durante estos períodos cruciales permite un progreso óptimo y un desarrollo integral en cada etapa del crecimiento del niño.
Durante el período sensible del lenguaje, por ejemplo, los niños muestran una fascinación y una predisposición natural hacia la adquisición y el desarrollo del lenguaje. Es el momento perfecto para que los educadores Montessori introduzcan actividades que promuevan el vocabulario, la pronunciación, la lectura y la escritura, de manera que los niños puedan aprovechar al máximo esta ventana de oportunidad y desarrollar sólidas habilidades lingüísticas.
Del mismo modo, durante el período sensible de la coordinación motora, los niños experimentan un crecimiento acelerado en su capacidad para controlar y coordinar los movimientos de su cuerpo. En esta etapa, los educadores Montessori ofrecen actividades que fomentan la motricidad fina y gruesa, como enhebrar cuentas, manipular objetos con precisión o practicar movimientos de pinza con los dedos. Estas experiencias prácticas ayudan a los niños a perfeccionar su destreza motora y a desarrollar una mayor coordinación y control corporal.
El período sensible del orden es otro aspecto importante en el desarrollo de los niños según Montessori. Durante esta fase, los niños muestran un gran interés por la organización, la estructura y la secuencia. Los educadores Montessori aprovechan esta inclinación natural para proporcionar un entorno ordenado y estructurado, donde los niños puedan participar en actividades que fomenten la clasificación, el emparejamiento y la organización de objetos. Esto no solo satisface su necesidad de orden, sino que también promueve el pensamiento lógico y la capacidad de establecer conexiones.
4. Ambiente Preparado: Creando Espacios para el Descubrimiento
El entorno en el que se desarrolla el aprendizaje es fundamental en el Método Montessori. Los salones de clase Montessori están diseñados cuidadosamente para promover la independencia, la exploración y la concentración.
Cada material educativo está organizado de forma accesible y atractiva para los niños, lo que les permite elegir libremente las actividades que desean realizar. Además, el ambiente preparado fomenta la responsabilidad y el cuidado del entorno compartido.
En la foto podemos ver un espacio o área de vida práctica Montessori de un aula de infantil de 3 años.

5. Respetando el Ritmo de Aprendizaje: Un Enfoque Individualizado
En el Método Montessori, se respeta el ritmo de aprendizaje único de cada niño. A diferencia de la educación tradicional, en la que todos los niños deben seguir un currículo preestablecido, en Montessori se permite a los niños avanzar a su propio ritmo. Esto les brinda la libertad de explorar y dominar cada concepto antes de pasar al siguiente, lo que fomenta un aprendizaje profundo y duradero.
Por ejemplo, esta foto es de una propuesta de la serie rosa Montessori, del área de lectoescritura Montessori, donde se agrupan varias palabras del mismo nivel de dificultad, si el niño sabe en qué nivel se encuentra, podrá aprender de manera autónoma con las propuestas previamente preparadas por el docente.

6. El Papel del Adulto: Facilitador y Observador
El educador Montessori desempeña un papel fundamental como guía y observador del proceso de aprendizaje, concretamente representa el 70% de la importancia del método, el ambiente preparado se llevaría el 20% y finalmente los materiales y actividades Montessori representarían solo el 10% del éxito de la metodología.
En lugar de impartir conocimiento de manera directa, el adulto actúa como un facilitador, brindando apoyo y presentando nuevas oportunidades de aprendizaje y alentando siempre a los niños para mejorar su autoestima y sentimiento de capacidad.
Además, el educador observa de cerca a cada niño, identificando sus intereses, necesidades y progresos, para adaptar el entorno y las actividades en consecuencia.

7. Materiales Montessori: Herramientas que potencian el Aprendizaje
Los materiales Montessori son una parte integral del Método Montessori. Estos materiales están diseñados específicamente para fomentar la exploración, la concentración y el aprendizaje activo.
Cada material presenta un concepto o habilidad de manera concreta y manipulativa, lo que permite a los niños comprender e internalizar los conceptos de forma sensorial y experiencial.
Este material de la imagen, por ejemplo, se llama cilindros de sonido Montessori, y se utilizan para ayudar a los niños a madurar la discriminación auditiva, algo vital por ejemplo para poder leer y escribir, ya que necesitan poder discriminar auditivamente los sonidos de las letras para poder asociarlas a letras para poder escribirlas.

Imagina poder brindar a tus hijos o alumnos una educación centrada en su desarrollo integral, donde la libertad, la autonomía y el respeto por sus capacidades individuales sean los pilares fundamentales. Miles de escuelas en todo el mundo ya lo están haciendo, es más sencillo de lo que te han hecho creer.
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